La mística de la TV Serrana

Humberto Severino Mendoza Chávez nació en Guisa, es fundador de la TV Serrana y trabaja como sonidista en el canal CNC televisión Granma. “Un día escuché en la revista Haciendo radio, de Rebelde, la convocatoria para integrar la naciente TV Serrana. Me enamoré de la idea y acudí al encuentro. “Pasados los 15 días, llegué a la Escuela provincial […]

Humberto Severino Mendoza Chávez nació en Guisa, es fundador de la TV Serrana y trabaja como sonidista en el canal CNC televisión Granma.

“Un día escuché en la revista Haciendo radio, de Rebelde, la convocatoria para integrar la naciente TV Serrana. Me enamoré de la idea y acudí al encuentro.

“Pasados los 15 días, llegué a la Escuela provincial del Partido, en Bayamo, para conocer el resultado. Muchos compañeros desfilaban alegres, otros con la tristeza marcada en sus rostros, y yo, con el temor de pasar la pena del siglo frente a una mala noticia:

“Prepárese, usted va para Tele Cristal, a pasar el curso de habilitación como sonidista”, la respuesta me electrizó el alma.

“Culminada la capacitación, subimos a San Pablo de Yao, sede de la televisora, etapa de adaptación para los pobladores de esa región, ante el pelo largo, el pantalón corto y las sandalias, tendencias juveniles de la época, mostradas por algunos de los nuestros.

“Allí permanecí 17 años, institución que me abrió las puertas a la Escuela de cine y al Instituto Superior de Arte, del que egresé como licenciado en los Medios de Comunicación Audiovisuales, en la especialidad de Sonorización, algo que jamás pensé.

“Mi tesis fue la presentación de la banda sonora natural, en el documental Las cuatro hermanas, fascinante historia de esas mujeres que al quedar solas, entre montañas, se repartieron las tareas hogareñas para hacer más llevadera la vida.

“Algo maravilloso. La naturaleza tiene identidad autóctona y te atrapan los sonidos: el trinar de los pájaros, el viento al chocar con los pinos, el río… la mística campestre se complementa con el lenguaje peculiar del campesino, los cuenteros por excelencia que nunca sobran.

“Te narran historias con tal naturalidad que llegas a creerles, por eso en los documentales de esa región abrupta, los campesinos hablan como si fueran actores profesionales.

“Trabajábamos con alegría a la hora que llegaba la corriente y, ante la carencia de combustible, hacíamos extensos recorridos por la Sierra Maestra, modalidad que nos unió como familia en la comunidad donde laborábamos.

“En cierta ocasión, mientras realizábamos un documental en El Hombrito, el mulo que servía de guía se fue por un barranco y como estaban atados uno al otro, se produjo una especie de efecto dominó. Todos cayeron en el mismo lugar, por suerte no hubo males mayores.

“El tiempo en la televisión de montaña fue de mucho aprendizaje. Incorporabas los tres pasos del proceso creativo: investigas, participas en la prefilmación y luego en la posproducción, difícil de lograr en otro medio de voz e imagen.

“Es un parto artístico, que te colma de regocijo y amor, razones por las que tanto añoro aquel sitio misterioso y conmovedor en el que dejé las huellas juveniles de mi vida laboral”.

La Demajagua

Comparte si te ha gustado
Scroll al inicio