La ciencia como aliada

Las palabras de Fidel en su discurso del 15 de enero de 1960, abrieron un camino hacia el desarrollo de la ciencia y la tecnología en Cuba que definió, desde sus cimientos, el uso del conocimiento para beneficio de las mayorías.

Al conmemorarse el 65 aniversario de la declaración del 15 de enero como el Día de la Ciencia Cubana, consideramos oportuno reflexionar sobre el impacto del conocimiento científico en Granma y su contribución al bienestar de la población.

En el año 2024, Granma avanzó en el fortalecimiento del Sistema de Gestión de Gobierno basado en Ciencia en sus 13 municipios, con realce de los territorios de Manzanillo, Río Cauto, Buey Arriba y Pilón.

En respuesta al contexto actual, se presentó al Consejo Técnico Asesor de la Gobernadora una propuesta de prioridades relacionadas con la Ciencia y la Innovación que se enfoca en generar ingresos en divisas mediante la producción de bienes y servicios para la exportación, además de centrar esfuerzos en la producción de alimentos, especialmente los destinados a la alimentación animal.

Así mismo, trabajar en la reconvención de la matriz energética y la mejora del crudo cubano, lo que refleja un enfoque holístico hacia un desarrollo sostenible.

Uno de los ejes fundamentales del avance científico en Granma ha sido el fortalecimiento de las interconexiones entre diversos sistemas de programas y proyectos.

La colaboración entre el Consejo de las Ciencias Sociales, centros de investigación y universidades ha permitido un flujo de ideas y recursos, facilitando la implementación de resultados.

La participación activa en la transformación del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación se ha concretado en la implementación de políticas en cinco entidades y seis filiales; dos centros de investigación claves, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias Jorge Dimitrov y la Casa de la Nacionalidad, junto con las unidades de innovación EPIGRAM y MEDILIP, han sostenido un papel protagónico.

Estas instituciones no solo generan conocimientos, sino que también promueven la aplicación práctica de innovaciones en el sector agrícola y social.

A través de cinco programas territoriales, se ha obtenido valor agregado en diversos bienes y servicios.

La aplicación de Quito Max, una alternativa agroecológica, ha incrementado el rendimiento del maíz, y se ha promovido la diversificación sostenible en la producción de frijoles y garbanzos.

Además, se ha fortalecido la cadena de semillas de cultivos de importancia económica, así como la cadena de valor de la sábila y el orégano francés, mostrando el impacto directo de la ciencia en la economía local.

Foto: tomada de Guerrillero

El perfeccionamiento de las capacidades para la gobernanza ambiental ha sido una prioridad, promoviendo la gestión de ecosistemas frágiles en los municipios más vulnerables.

Las acciones incluyen la conservación de especies forestales endémicas y amenazadas, así como la evaluación de alternativas tecnológicas sostenibles para la producción de papa en ecosistemas montañosos. Estos esfuerzos son cruciales para la protección del medio ambiente y la sostenibilidad.

En el ámbito ganadero, se ha implementado y evaluado el programa nacional “Plantas proteicas”, que busca beneficiar la producción ganadera en la Cuenca del Río Cauto.

Foto: Rafael Martinez Arias

La mejora de áreas de compensación y la contribución al desarrollo del programa ovino son solo algunas de las iniciativas que demuestran el compromiso de la región por potenciar la recuperación ganadera a través de la innovación rural participativa.

En resumen, 2024 ha sido un año notable para la ciencia en Granma, caracterizado por importantes avances y una colaboración activa entre instituciones, investigadores y la comunidad.

A medida que la provincia enfrenta desafíos y oportunidades, el compromiso con la ciencia y la innovación se convierte en un pilar esencial para el desarrollo sostenible y el bienestar de sus habitantes.

Anaisis Hidalgo Rodríguez

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