
Según cuentan los historiadores, fue en España donde el joven Céspedes comenzó a manifestar sus inquietudes políticas. Entonces compartía ideas y actividades revolucionarias con el militar español de pensamiento liberal Juan Prim.
En aquellos años de 1840, Carlos Manuel era estudiante de Derecho en la Universidad Literaria de Cervera, Barcelona. Allí se sumó a las milicias ciudadanas y obtuvo el grado de capitán.
Al regresar a Cuba, tras vivir aquellas experiencias en Europa el galante caballero no podía ser el mismo. Al respecto el investigador Rafael Acosta de Arriba, ha precisado:
“ya no es el mismo joven provinciano que partió a completar sus estudios de Abogado del Reino como se decía entonces. Es un mozalbete que ha sido tocado por el desarrollo de la modernidad, por el debate de las ideas, por el liberalismo que, junto al impetuoso desarrollo capitalista, conduce a la mayor parte de los países visitados por sendas de crecimiento acelerado.
Regresa a una colonia, añade el estudioso, con un vetusto sistema de plantaciones y con la esclavitud como mácula moral y evidente freno económico al desarrollo capitalista. El contraste no puede ser más escandaloso”.
Y es que para entonces ya las ideas revolucionarias de Carlos Manuel de Céspedes tenían bases en un futuro mejor para la nación. El patricio bayamés sonaba con un mañana donde el patriotismo y la unión fueran baluartes que hicieran del nuestro un país invencible.

“La historia demuestra que su accionar patriótico y su firme conducta ante el enemigo permitieron cambiar el curso de la Historia de Cuba al convertirse en el.iniciador de la gesta libertaria cubana una página tan gloriosa como aquella en que declaró que hijos suyos eran todos los cubanos que luchaban por la libertad“.
En el centenario del inicio de la guerra por la independencia, el comandante de la Revolución Cubana, Fidel Castro, afirmó: “Es incuestionable que Céspedes tuvo la clara idea de que aquel alzamiento no podía esperar demasiado ni podía arriesgarse a recorrer el largo trámite de una organización perfecta, de un ejército armado, de grandes cantidades de armas, para iniciar la lucha, porque en las condiciones de nuestro país en aquellos instantes resultaba sumamente difícil. Y Céspedes tuvo la decisión.”
Al cumplirse hoy el aniversario 151 de su muerte en combate, la historia le recuerda como un hombre preclaro amante de la equidad, el decoro y la justicia.