El representante del Ejecutivo afgano calificó de mera propaganda las afirmaciones desde Washington de una supuesta continuidad del apoyo financiero al gobierno interino al igual que en administraciones anteriores.
Mansour enfatizó que ninguna ayuda estadounidense directa había llegado al Emirato Islámico y que los fondos que ingresaban a Afganistán provenían únicamente de organizaciones internacionales.
Estados Unidos ha sufrido una derrota tan humillante que no se atrevería a enviarnos ayuda de nuevo, significó.
Según el funcionario afgano, el 80 por ciento de la ayuda financiera aportada por las organizaciones no gubernamentales (ONG) son usados por estas en salarios y otros gastos, y que solo el 20 por ciento contribuyen a proyectos de desarrollo como la construcción de canales de riego y pequeños puentes.
Por otra parte, instó a los funcionarios a escuchar con paciencia las preocupaciones de la población y a resolverlas con prontitud, ya que su autoridad emana del pueblo, dijo.
Por último, remarcó que todas las políticas y decisiones del Emirato Islámico se ajustaban a las enseñanzas islámicas y las tradiciones afganas, descartando así cualquier posible interferencia occidental en el país.
