
“La agenda sudafricana no refleja las prioridades de esta Administración”, declaró Rubio ante el Subcomité de Asignaciones del Senado. Entre los puntos de conflicto destacó la postura de Sudáfrica respecto a Israel en foros internacionales, que según el funcionario alinea con las posiciones de Irán, así como su acercamiento estratégico a China.
El anuncio se produce mientras el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa se encuentra en Washington intentando “resetear las relaciones” con el presidente Donald Trump.
Rubio se mostró cauto sobre este acercamiento: “Exploraremos esta posibilidad con los ojos bien abiertos, considerando su historial de desmarque sistemático de EE.UU.”
Esta decisión sigue a declaraciones previas de Trump, quien el mes pasado calificó a Sudáfrica como “un mal lugar para estar” y denunció “confiscación de tierras y genocidio”, en referencia a la polémica ley de expropiaciones que afecta principalmente a la minoría afrikáner. Como consecuencia, Washington suspendió toda la ayuda económica a Pretoria.
La tensión bilateral se ha agravado en los últimos meses. En febrero, Rubio ya se negó a asistir a la reunión de cancilleres del G20 en Sudáfrica, y en marzo declaró ‘persona non grata’ al embajador sudafricano Ebrahim Rasool, acusándolo de “odio hacia EE.UU. y su presidente”.
Esta será la primera vez que EE.UU. se ausente de una cumbre del G20 desde su creación, marcando un nuevo punto bajo en las relaciones con Sudáfrica que podría tener repercusiones en el escenario internacional.