
En presencia del presidente Masoud Pezeshkian, el comandante de la Fuerza al-Quds, general Esmail Qaani, y el asesor principal Ali Shamkhani, el funeral comenzó a las 08:00, hora local, con una gran multitud reunida en el centro de esta capital.
También asistieron el ministro de Asuntos Exteriores, Abbas Araghchi, el excanciller Mohammad Javad Zarif y delegaciones provenientes de Bahréin, Iraq, Yemen y otros países árabes.
Los ataúdes de los mártires, envueltos en la bandera iraní, llevaban las imágenes de los caídos durante los 12 días de ataques sionistas.
El presidente del Comité de Seguridad Nacional, Ebrahim Azizi, subrayó la negativa de Irán a someterse a los enemigos y reafirmó su lealtad a las directivas del Líder Supremo, Ali Khamenei.
A propósito, el diputado Alireza Salimi calificó la participación pública como un mensaje de unidad y de compromiso inquebrantable con la defensa de la revolución.
De acuerdo con fuentes oficiales, más de 600 personas, en su mayoría civiles, perdieron la vida como consecuencia de la agresión israelí y estadounidense contra Irán.