
Un reporte publicado en el sitio digital informativo del canal televisivo Sky TG24, basado en datos obtenidos en un reciente sondeo realizado por la encuestadora Eurobarómetro, apunta que esa cifra es inferior a la media europea de 54 puntos porcentuales, y está lejos del objetivo regional del 80 por ciento establecido para 2030.
Por otra parte, ese porcentaje desciende por debajo de los 30 puntos entre los mayores de 60 años, mientras que la brecha entre las regiones italianas del norte y del sur es cada vez más amplia, a favor de las primeras, donde el nivel de acceso a esas tecnologías es mayor.
Se observan picos de marginación en muchas localidades del interior y rurales, sobre todo de la zona meridional de Italia, y también se registra una brecha generacional y estructural, subraya este análisis.
Mientras más del 70 por ciento de los italianos menores de 30 años utiliza herramientas digitales a diario, ese porcentaje entre los mayores de 65 años disminuye significativamente.
Solo alcanza los 26 puntos porcentuales la cifra de personas con un diploma de secundaria o primaria que posee competencias digitales, en comparación con el 68 por ciento de los graduados universitarios.
En cuanto a la brecha de género entre los trabajadores del sector, es significativo el hecho de que en Italia solo el 15,7 por ciento de los especialistas en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) son mujeres, muy por debajo de la media en la Unión Europea (UE), que alcanza los 19,4 puntos porcentuales.
En el 58 por ciento de las pequeñas y medianas empresas de Italia se alcanza un nivel básico de intensidad digital, en comparación cel promedio europeo de 69 puntos porcentuales.
Por otra parte, en cuanto a la complejidad y avance de las tecnologías adoptadas, el estudio indica que solo el 6,0 por ciento de las compañías italianas utiliza Inteligencia Artificial (IA), en comparación con la media de la UE de 10,0 puntos porcentuales.
Entre las principales causas de este problema se incluyen la falta de competencias digitales internas, así como una limitada disponibilidad de consultoría, dificultades para el acceso a créditos e incentivos públicos simplificados, además de la aplicación de modelos de gestión muy tradicionales.
Se resalta en la investigación que en Italia las empresas manufactureras están, en promedio, más digitalizadas que las de servicios, así como el hecho de que las cadenas de suministro agroalimentarias, turísticas y artesanales se encuentran, en general, entre las menos digitalizadas.