
En un comunicado, la cartera afirmó que el Ejército obstaculiza los intentos de la Organización Mundial de la Salud para ingresar diésel a la Franja con el fin de abastecer a los centros médicos.
Advirtió que suspender el suministro de combustible necesario para operar los generadores en los hospitales significará la paralización total de los servicios de salud, lo cual amenaza a los más de dos millones de habitantes del enclave costero.
El cierre de la estación central de oxígeno y la paralización de los servicios de ambulancias en Gaza provocará un grave desastre sanitario y humanitario, recalcó.
La Oficina de Medios del Gobierno del territorio denunció esta semana que en 50 días entraron a la Franja de Gaza cuatro mil 543 camiones con ayuda, lo cual representa 15 por ciento de las necesidades mínimas que requieren sus habitantes.
Destacó que muchos vehículos que ingresan desde Egipto son saqueados “en medio del caos de seguridad artificial” impuesto por el Ejército para generar hambruna.
Señaló que esa nación privó a la población civil palestina de más de 430 tipos de alimentos básicos y solo permite la entrada de algunos.
La Oficina recordó que la Franja necesita más de 600 camiones de ayuda cada día para satisfacer las necesidades mínimas de su población, en medio de un colapso casi total de su infraestructura debido a casi dos años de guerra.
Hace unos días, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia alertó que la desnutrición infantil en la Franja continúa en aumento a un ritmo alarmante, una crisis agravada por la ofensiva militar israelí contra el norte del territorio.