
Así fue y así debe seguir siendo nuestro Partido, un Partido inclusivo, abierto y unido, capaz de sumar fuerzas de todas las generaciones, de todos los sectores de la vida laboral y social y de todo el pensamiento revolucionario cubano.
Pero sobre todo debe seguir siendo un Partido de vanguardia, que exhiba con honor su ideología comunista, marxista y leninista, el legado de Fidel, a sabiendas de que siempre nuestros enemigos, que son los enemigos de los pueblos, tratarán de enlodar y debilitar esas convicciones.
No es algo nuevo. Ya lo advirtió Fidel en aquel temprano momento que ahora conmemoramos: “Los imperialistas, como si nos fuesen a ofender, o como si fuese una ofensa, hablan del gobierno comunista de Cuba, al igual que también la palabra ‘mambí’ la emplearon contra nuestros libertadores como una ofensa, así también intentan emplear la palabra ‘comunista’ como una ofensa, y la palabra ‘comunista’ no es para nosotros una ofensa, sino una honra” (Aplausos).
Hoy más que nunca nos toca preservar y exaltar esa historia y las ideas que la sostienen, con coherencia, modestia, ética y sentido del deber, teniendo siempre presente que el Comité Central no es un ente abstracto, como no lo es el propio Partido.
Es vocación, acción y expresión definitiva de la participación militante desde la base, desde las comunidades, desde cada barrio y cada centro laboral. Su conformación nos enseñó que la diversidad y la inclusión son indispensables para fortalecer al Partido único, que es fortalecer la Revolución.
Como lo ha definido el General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana, este, nuestro único Partido, representa la garantía de la unidad de nuestra nación, esa que debemos cuidar como a la niña de nuestros ojos (Aplausos).
Si somos consecuentes con el ideal de que “lo más revolucionario dentro de la Revolución es y debe ser siempre el Partido”, nos corresponde a los militantes, y especialmente a los cuadros, estar a la altura del compromiso que tenemos con el pasado y el presente, pero sobre todo con el futuro del país.
El IX Congreso del Partido, convocado para abril del año venidero, es la más próxima e importante oportunidad para reafirmar los principios fundacionales que hoy recordamos y movilizar a la nación en función de las grandes tareas que deberán llevarnos, en el más breve plazo posible, al mejoramiento de las condiciones de vida de la población, dando sólido sostén a los avances sociales de la Revolución y superando los enormes obstáculos levantados por la guerra que nos imponen el imperio y nuestros propios errores e insuficiencias.
Compatriotas:
Justo cuando avanzamos hacia el centenario de nuestro Comandante en Jefe, que sea este aniversario del Primer Comité Central del Partido otro llamado a la unidad revolucionaria, a la entrega sin límites y al más profundo compromiso con el pueblo cubano, motivación y sostén glorioso de nuestra obra.
¡Viva el Partido Comunista de Cuba! (Exclamaciones de: “¡Viva!”)
¡Vivan por siempre Fidel y Raúl! (Exclamaciones de: “¡Vivan!”)
¡Patria o Muerte!
¡Socialismo o Muerte!
¡Venceremos!