
Tras la última reunión de los ministros de Asuntos Exteriores en Ciudad del Cabo, los países miembros acordaron recurrir al Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) para que les oriente en mecanismos de la puesta en circulación de una moneda común y les presente formas para protegerse del impacto de sanciones occidentales.
El 1 de junio, los fundadores del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) continuaron su labor para elaborar una moneda común y estudiar la posible ampliación del bloque. Como escribe Bloomberg, los ministros de estos Estados se reunieron “para debatir cómo puede el bloque conseguir una mayor influencia global y desafiar a EEUU”.
Los sistemas financieros alternativos llevan meses circulando en el espacio global con la creciente desconfianza hacia las herramientas occidentales, como consecuencia, este tema fue uno de los más destacados en la reunión.
Los BRICS buscan “garantizar que no seamos [los miembros del grupo] víctimas de sanciones que tengan efectos secundarios en países que no están implicados en los asuntos que han dado lugar a esas sanciones unilaterales”, cita la publicación a la ministra sudafricana de Relaciones Internacionales, Naledi Pandor.