Los desvelos de una joven científica

Desde que asumió su cargo en 2020, Madelaine ha llevado sobre sus hombros la responsabilidad de mantener viva la llama de la organización. Su día a día es un constante vaivén entre la supervisión de la producción de medicamentos y el control de calidad, mientras se convierte en la mano derecha del director de la planta. En este escenario, su liderazgo se destaca como un faro que guía a su equipo a través de los desafíos del proceso productivo, donde cada decisión cuenta y cada merma se convierte en lecciones aprendidas.

Foto: Anaisis Hidalgo

Por: Anaisis Hidalgo

A primera vista, Madelaine puede parecer una joven seria y reservada, pero al hablar de su trabajo, su rostro se ilumina como un amanecer.

La pasión por lo que hace transforma su ser; se convierte en una líder carismática que sabe motivar a los 200 trabajadores que dependen de su guía.

“Juntos, con diferentes caracteres y personalidades, logramos sacar adelante a la empresa”, recuerda con orgullo, como si cada palabra fuera un eco de los esfuerzos compartidos.

Su viaje en Medilip comenzó en 2017, cuando se unió como tecnóloga A en procesos industriales. Desde entonces, cada desafío ha sido una oportunidad para crecer y aprender.

Madelaine es una ferviente defensora de la superación continua, por eso abraza con tanta dedicación la idea de convertirse en Máster en Tecnología y Control de Medicamentos, una meta que asume con total determinación.

Entre sus reconocimientos, brilla el sello “Forjadores del futuro” y la distinción “Jóvenes por la vida”, que recibió en los tiempos oscuros de la pandemia, donde su ingenio y creatividad se convirtieron en soluciones.

Durante la crisis sanitaria, cuando la industria se enfrentó a un déficit de materias primas, Madelaine no se quedó de brazos cruzados.

Con un espíritu innovador, lideró un grupo que ideó alternativas para mantener la producción activa.

Así nacieron productos como hipocloritos de desinfección, que hoy siguen siendo esenciales en la lucha contra el virus.

Su capacidad para adaptarse y encontrar soluciones es un testimonio de su compromiso con la comunidad.

Pero Madelaine no se detiene ahí. Como secretaria general del comité juvenil en Medilip, ha implementado el programa “Tour por la Historia de Cuba”, una iniciativa que invita a los jóvenes a explorar y valorar su rica herencia cultural.

Con cada visita a lugares emblemáticos, Madelaine busca que las nuevas generaciones comprendan su pasado, reconociendo tanto los retos del presente como las oportunidades que se avecinan.

Su reciente elección como delegada directa al 12.º Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas fue recibida con júbilo por su familia y amigos, quienes sienten un inmenso orgullo por sus logros.

“Mi madre y mi tío estaban emocionados, y eso me impulsa aún más”, confiesa Madelaine, mientras su mirada brilla con determinación.

Este reconocimiento no es solo un honor; es un compromiso renovado para seguir trabajando por su comunidad y por un futuro mejor para Cuba.

Madelaine Bernard Mendoza es más que una ingeniera; es un símbolo de dedicación y liderazgo en su campo.

Su historia es un recordatorio de que los jóvenes, con su pasión y compromiso, pueden ser agentes de cambio en el mundo que les rodea.

Anaisis Hidalgo Rodríguez

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