La fuerte lluvia no pudo impedir que el pueblo camagüeyano saliera ayer, con la misma certeza que el 4 de enero de 1959, a saludar a los rebeldes de este siglo que se saben continuadores de la obra revolucionaria.
En Guáimaro el mismo sitio donde hace 65 años Fidel detuviera su marcha triunfal para llegar a la casa de los Manduley 40 jóvenes destacados de distintos sectores recibieron a la Caravana de la Libertad, dedicada en esta ocasión al aniversario 35 del Movimiento Juvenil Martiano.
Kely Álvarez Fernández, primera secretaria del Comité Provincial de la Unión de Jóvenes Comunistas, aseguró, en nombre de los presentes, que la Revolución crece en el territorio agramontino, con su testamento del pasado y su compromiso con el futuro, siempre de la mano de los jóvenes.
«Es difícil, por no decir imposible, que haya un camagüeyano, un cubano que no tenga en su familia el impacto positivo de la Revolución en muchas generaciones, porque ella fue esa madre que nos abrió el camino y nos guía de la mano, para que construyamos el futuro», enfatizó.
La comitiva había estado, en la mañana, en suelo tunero, donde Marcos, el presidente de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media de la Escuela Pedagógica Rita Longa, dijo a este diario que reeditar esta epopeya es una oportunidad que lo llena de sano orgullo.
Comentó, visiblemente emocionado, lo hermoso de la jornada, la alegría de ver a las personas saludando en cada lugar, la manera en que los recibieron en la Plaza Martiana; pero el momento más especial, destacó, fue justo cuando pasaron por su comunidad.
«Soy de la comunidad Club Familiar, pasamos por allí antes de llegar a la ciudad de Las Tunas: ver a ambos lados de la calle a mis vecinos, a mi familia, es una imagen que llevaré por siempre en mi memoria».
La juventud de hoy, que continúa la obra de los barbudos, aprende de todos y marcha una vez más en caravana, aporta al país con un trabajo productivo, en el enfrentamiento a una pandemia, en un centro de evacuación, en contingentes para enseñar en las escuelas, en el día a día que construimos los cubanos como revolucionarios de los tiempos que corren.
Este 5 de enero, la Caravana sigue su rumbo a la provincia de Ciego de Ávila, como símbolo de una gesta que se renueva todos los años.