El túnel submarino Rusia-EEUU: ¿Ciencia ficción o futuro cercano?

El túnel entre Rusia y EEUU, bajo el estrecho de Bering, propuesto por Kirill Dmítriev –jefe del Fondo Ruso de Inversión Directa– se ha convertido en tendencia en el país euroasiático. Las redes y los medios se dedicaron inmediatamente a considerar la viabilidad del proyecto, su costo y su rendimiento económico en caso de ejecutarse.

El propio Dmítriev sostiene que la obra, de 112 km de longitud, podría necesitar una suma varias veces inferior a los más de 65 000 millones de dólares que, según diferentes estimaciones, serían necesarios si se emplean tecnologías de construcción tradicionales. Afirma que, si se usan las de The Boring Company, de Elon Mask, el precio no superaría los 8 000 millones y el trabajo llevaría 8 años.

La idea de conectar los dos países no es nueva. La primera propuesta, perteneciente a un gobernador estadounidense, se remonta al siglo XIX, mientras que volvió a resurgir en reiteradas ocasiones en la centuria pasada. Tanto entonces como ahora, se argumenta que una mayor conectividad entre Eurasia y América facilitaría el tráfico comercial entre ambos continentes. En particular, el túnel permitiría interconectar sus redes ferroviarias, un medio de logística considerado más rentable que transportar mercancías por mar.

Por ejemplo, para llegar a la costa oeste de EEUU, los buques que salen de los mayores puertos de China –país fronterizo con Rusia– necesitan unos 15-20 días. Si van a su costa este, con la necesidad de cruzar el Canal de Panamá, la travesía podría durar hasta 35 días. El tiempo puede extenderse significativamente, dependiendo de las condiciones climáticas y la congestión de barcos esperando para descargar. En estas circunstancias, el túnel entre Rusia y EEUU podría suponer un alivio en cuanto al tráfico de carga intercontinental.

Los especialistas entrevistados por la prensa rusa coinciden en que el proyecto es realista. Señalan que la longitud del túnel y las condiciones geológicas no presentan obstáculos para llevarlo a cabo. Tampoco es problema la diferencia en el ancho de vía entre ambos países. Hay propuestas de implementar la tecnología Hyperloop, que pretende llevar los trenes a velocidades superiores a 1 000 kilómetros por hora mediante cápsulas que viajan en tubos al vacío.

El mandatario estadounidense ya se refirió a la idea como “interesante”, al dar a entender que el atractivo del proyecto también radica en su ubicación en el Ártico, cuyo deshielo está abriendo enormes oportunidades en cuanto a la exploración de sus enormes riquezas naturales. Por otra parte, sería el carácter cambiante de Donald Trump al mayor obstáculo para hacerlo realidad.

¿Qué quieres saber de la Rusia de hoy? Escribe en los comentarios los temas que te interesaría que sean considerados por el periodista ruso Víctor Ternovsky, autor de la columna Cuadernos de un moscovita. Envía tus propuestas y conviértete en un coautor de sus entregas semanales desde Moscú, una colaboración entre Cubadebate y Sputnik Mundo.

Cubadebate

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