Breve diálogo con Fabré, el otro

Amanece en Bayamo y el sol derrama su esplendor por la ciudad, mientras Roberto Fabré Isac, un joven escultor autodidacto nacido en Minas de Frío, Sierra Maestra, se empeña en darle forma a un nuevo madero.

Fotos RAFAEL MARTÍNEZ ARIAS

Por Luis Carlos Frómeta Agüero

La cotidiana escena transcurre en su improvisada carpa-estudio, situada en una esquina de la Calle de la Excelencia, en la capital provincial, donde se disputan el protagonismo la tortuga, el chimpancé, el león, el avestruz, el canguro…

Desde hace muchos años, este singular zoológico de madera, a cielo abierto, cautiva a vecinos y a transeúntes, mas las inclemencias del tiempo insisten en dejar fisuras estructurales en algunas piezas.

Muchas personas se me acercan y, preocupadas, hablan del tema- señala Fabré.

“Yo las creé, pero desde su instalación en esa área pública, pertenecen al patrimonio local.

“Existen varias esculturas que necesitan restauración o sustituirlas, por el deterioro. Para lograrlo, tengo un proyecto que espero materializar, con el respaldo de las máximas autoridades del municipio y de la provincia, para que no se pierda la cultura del detalle”.

La población aprendió a convivir con ese concepto.

Asumo la tarea para devolver el respeto a ese principio. Diariamente paso por donde están las piezas y al contemplarlas respiro el orgullo de saberme el creador.

¿Y las maderas?

Se trata de especies distintivas: Ácana Rojo, Azulejo y otras de las llamadas preciosas y resistentes y, para tranquilidad de muchos, se trabaja en su búsqueda.

Otras proyecciones inmediatas.

Este año pienso participar en la Feria internacional de artesanía, del 3 al 15 de diciembre, en La Habana, con al menos 30 piezas. Antes, las expondré en varios espacios de Bayamo: Salón Ágora, la casa de cultura 20 de Octubre y en la sede provincial de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas…

¿Temáticas?

Es una proyección mixta, con énfasis en los animales, que abarcan el 90 por ciento de las propuestas, considerando que ese tema es el hilo conductor de mi trabajo”.

El reloj avanza mientras Fabré labora en otra pieza. A buen tiempo me despido con una frase generalizada por quienes le conocen desde las montañas:

“¡Lo que es la vida, compay! ¿Quién iba a imaginar que un guajirito como tú, llegaría a ser un escultor de prestigio?”.

La Demajagua

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