El alzamiento del 10 de octubre en La Demajagua no fue un hecho fortuito. Diversos factores influyeron en la decisión de nuestros patriotas de empuñar las armas contra el gobierno español. Los cubanos de hoy, cual soldados de la independencia enarbolamos nuestra bandera, para defender la única Revolución existente en cuba: la que iniciara Carlos Manuel de Céspedes y que nuestro pueblo lleva adelante en estos instantes