Cuba dispondrá para el 2023 de un Plan de la Economía dirigido a la gradual recuperación del país, a partir de la reactivación de las capacidades productivas nacionales y la captación de divisas que garantice el incremento gradual y sostenido de la oferta de bienes y servicios.
En la presentación hoy ante la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento) de los objetivos y metas del venidero año, Alejandro Gil Fernández, vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, mencionó entre ellos avanzar en la estabilización macroeconómica de la nación y consolidar la reconstrucción del mecanismo de asignación de divisas, mediante la diversificación de los mecanismos de acceso.
También lo son continuar avanzando en la recuperación de capacidades del sistema electroenergético nacional, en la reducción de las desigualdades, y en la transformación integral de la empresa estatal socialista, así como consolidar el proceso de descentralización de competencias a los territorios, dijo.
Gil Fernández mencionó entre las metas para el venidero calendario incrementar las exportaciones mil 037 millones por encima al estimado del 2022, y alcanzar unos 3,5 millones de visitantes internacionales, más del doble de lo logrado en el actual calendario.
Alertó que el aumento de los precios de los productos en el mercado internacional impactará en el costo de la canasta familiar normada, lo cual genera una inflación importada.
No han dado resultado las medidas aprobadas para incentivar el desarrollo de las fuentes renovables en la población. Se compran en Cuba más plantas eléctricas que paneles solares. La falta de acumulación es una de las causas por las que los cubanos apuestan por los generadores de combustible y no por las fuentes renovables.