
Febrero generalmente es un mes frío pero cálido en acontecimientos.
Llega repleto de efemérides importantes y momentos de emociones que marcan la cotidianidad de cada persona.
Tal es el caso del 14 de febrero, fecha en que desde el siglo lll, el mundo celebra el día de los enamorados en honor a un sacerdote romano llamado Valentín.
El religioso fue condenado a muerte por desafiar la orden del emperador Claudio ll que prohibía el matrimonio entre jóvenes.
Poco más de dos siglos pasaron cuando el papa Gelasio I, en honor a la trágica historia del sacerdote, lo santificó. El día de su muerte fue incorporado al calendario litúrgico, para convertirlo en símbolo del amor.
El 14 de febrero del año 494 fue celebrado el primer San Valentín del que se tiene evidencia.
En Cuba, la efeméride también tiene connotaciones especiales, pues los cubanos a pesar de las circunstancias actuales que afronta el país, muchos intentarán agasajar a sus seres queridos.
Algunos ajustan sus cuentas de formas insospechadas, porque el mes del amor es más corto, pero la fecha es merecedora de regalos especiales, envueltos en una sobredosis de amor adornados con cintas de afecto.
Y aunque varios aseguran que la fecha debería celebrase todo el año, este día es considerado el momento del calendario para expresar nuestros más sinceros sentimientos hacia las personas que queremos.
Ahondando en tradiciones del territorio, cuentan que en Bayamo en la década del 50 del siglo XX los hombres cortejaban a las mujeres con una muñequita de trapo en un tradicional paseo por la plaza de la Revolución.
Otra de las tradiciones eran las bodas que se celebraban en el parque del Amor de la ciudad monumento cada 14 de febrero, espectáculo que se esperaba para disfrutar entre amigos.
Con los años, San Valentín se ha ido globalizando y modificando las iniciativas para generalizar el amor hacia las amistades y otros seres queridos, para convertirlo en un día de amor y confraternización.