
La Presidencia palestina afirmó en un comunicado que tales comentarios son inaceptables y constituyen una provocación y una escalada que afecta la estabilidad regional.
También criticó la “política colonial expansionista” de Israel y su negativa a respetar la soberanía de los Estados y los acuerdos internacionales.
Al respecto, reiteró el derecho del pueblo palestino a tener su Estado independiente y soberano basado en las fronteras de 1967, con Jerusalén Este como su capital.
En similar sentido se pronunció el Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados palestino.
Las declaraciones de Netanyahu constituyen un reconocimiento oficial de las intenciones y objetivos del gobierno de ocupación de liquidar la causa palestina y anexar tanto la Franja de Gaza como Cisjordana, subrayó.
La Cancillería acusó a ese país de cometer crímenes de genocidio y desplazar a la población de Gaza.
Por su parte, el presidente del Consejo Nacional Palestino, Rawhi Fattouh, afirmó que tales comentarios “encarnan la mentalidad de judaización colonialista, apoyada por la protección estadounidense”.
La razón de esta arrogancia y extremismo es la inmunidad y la tutela de Washington, que apoya y protege las posiciones del gobierno de extrema derecha de Netanyahu, recalcó.
Fattouh instó a la comunidad internacional a adoptar medidas inmediatas para detener “esta locura de extremismo y fascismo”.
También partidos palestinos, incluidos Fatah y el Frente Popular para la Liberación de Palestina, condenaron las palabras del primer ministro israelí.