Según el estudio, el 52 por ciento de la población cree que esta sustitución es necesaria, mientras que un 48 no la considera así.
La investigación también muestra que la perspectiva de los brasileños sobre el tema varía según la edad.
Entre la llamada Generación Z (hijos de las redes sociales), el 86 por ciento piensa que las soluciones debatidas en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Clima (COP30) se implementarán, ya sea total o parcialmente.
Pero entre los denominados baby boomers (generación dorada del siglo XX), este porcentaje baja al 70 por ciento, lo que indica un mayor optimismo entre los sectores más jóvenes con respecto al cambio climático y la adopción de nuevas tecnologías sostenibles.
A pesar de esta confianza, la mayoría de los encuestados (61 por ciento) cree que las medidas propuestas durante la COP30 solo se implementarán parcialmente y solo un 19 por ciento opina que se efectuarán totalmente.
El Senado aprobó a finales de octubre la medida provisional que propone reducir las tarifas del sector eléctrico y el costo de las facturas de luz. La propuesta ya había sido aprobada por la Cámara de Diputados.
La medida provisional enviada por el Gobierno sufrió modificaciones durante su análisis por el Congreso Nacional. Con estas modificaciones, el texto se enviará al presidente Luiz Inácio Lula da Silva para su firma.
El texto prevé la modernización del cobro de tarifas y establece un límite de gasto para la llamada Cuenta de Desarrollo Energético (CDE), un cálculo compartido entre todos los consumidores.
Conviene la apertura gradual del mercado energético y dispone que los recursos de las centrales hidroeléctricas se destinen al pago de la CDE.
La indicación de un límite de gasto no incluye programas sociales, como la Tarifa Social y el programa Luz para Todos.
También la encuesta del instituto indica que el 85 por ciento de los brasileños admite conocer o haber escuchado hablar de la COP30, que este jueves sesiona su cuarta jornada en esta capital del norteño y amazónico estado de Pará.
Asimismo, la investigación señala que el 83 por ciento de los brasileños apoya una mayor inversión del Gobierno Federal para combatir el cambio climático.
Por otra parte, el 81 por ciento profesa que los países más ricos deberían involucrarse más en la agenda ambiental, y el 82 afirma que las grandes empresas deben asumir responsabilidades concretas para adaptarse al nuevo escenario climático.
La percepción general es que abordar la crisis climática requiere la cooperación entre los gobiernos, el sector privado y la comunidad internacional.



