
El comisionado Shiferaw Teklemariam enfatizó que el fortalecimiento de esos recursos es un pilar fundamental de la estrategia general para garantizar la soberanía alimentaria.
Teklemariam destacó que la robusta productividad agrícola en todos los sectores desempeña un papel fundamental en el aumento de la capacidad de la reserva de emergencia.
Explicó el establecimiento de un sistema que permite a los gobiernos regionales crear sus propias reservas, lo que garantiza una respuesta rápida y localizada a los ciudadanos necesitados. Para apoyar esta iniciativa, se asignó un fondo de tres millones de birr (más de 21 mil dólares) para mejorar la productividad de los cultivos para ese fin.
Las 50 mil toneladas métricas de productos agrícolas serán aseguradas en la primera fase de la temporada de lluvias y los estados regionales contribuirán según su potencial, transfiriendo una parte de su cosecha a la reserva nacional, subrayó.
Según el funcionario, este enfoque no solo fortalece la seguridad alimentaria, sino que también ayuda a estabilizar los precios del mercado e incentiva una mayor producción.
Reveló la formación de un comité nacional de coordinación para supervisar la iniciativa y brindar apoyo financiero a las regiones con déficit. La temporada de lluvias en Etiopía comprende los meses de junio a septiembre.