En el estadio 5 de Septiembre se concentrarán los focos mediáticos, donde los Vegueros de Pinar del Río actuarán como home club frente a los Elefantes de Cienfuegos, en un choque frontal por la supervivencia clasificatoria.
Los paquidermos, caídos en tres de sus últimas diez salidas y ahora octavos, defienden con uñas y dientes su puesto de privilegio ante un rival que llega como tsunami verde y amarillo, encadenando cuatro victorias consecutivas, dos de ellas frente a Industriales en su propio Latinoamericano.
Una victoria pinareña voltearía la escena: entraría en zona de clasificación y desplazaría a los sureños, separados hoy apenas por medio juego.
En el Bosque Encantado del Julio Antonio Mella, los campeones vigentes de Las Tunas reciben a los Tigres de Ciego de Ávila. Los líderes del torneo libran su propia batalla por asegurar uno de los dos primeros lugares que otorgan boleto directo a la Liga Élite, mientras los avileños, decimoterceros, juegan sin margen real de aspiraciones.
El Guillermón Moncada será escenario de un duelo casi de vida o muerte entre Avispas de Santiago de Cuba y Leopardos de Villa Clara. Ambos conservan opciones matemáticas y saben que cada triunfo alimenta la esperanza y cada derrota clava un puñal en el pecho.
También se medirán Alazanes de Granma y Huracanes de Mayabeque en el Nelson Fernández. Los mayabequenses, cuartos del ordenamiento, rondan la clasificación oficial; los granmenses, duodécimos, necesitan un milagro para seguir respirando.
Cierra la cartelera el choque en el 26 de Julio, donde los Cazadores de Artemisa, séptimos y urgidos de sumar éxitos, reciben a los Piratas de La Isla, ya eliminados y sin nada que perder.
En conferencia de prensa esta semana, el presidente de la Federación Cubana de Béisbol recordó que aún restan más de 50 juegos suspendidos y que su recuperación será paulatina y flexible, priorizando los partidos que inciden en la clasificación al Top-8 y, especialmente, en la definición de los dos primeros puestos.




