
Ahora, si bien el balón pareció lucir de forma diferente mientras Europa se colocaba a sus pies, dos reales herederos apuntan a varias de sus cifras. Dicho así parece muy sencillo, pero la verdad cada vez suena menos descabellado. Kylian Mbappé y Erling Haaland quieren romper el molde de lo imposible.
Centrémonos en el actual jugador del Real Madrid, quien le respira muy cerca a una de las marcas del luso con la camiseta blanca. En 2013 el portugués anidó en las redes rivales 69 veces la redonda, 59 de ellas vestido de corto con el color Merengue. A la segunda le restan horas. Eso parece.
El ex del PSG y el Mónaco acumula 58 con los de Chamartín durante este 2025, impulsado sobre todo por un inicio de temporada simplemente brutal. Con el 10 a la espalda ha logrado salvar la cabeza de su entrenador más de una vez en estos cinco meses. Ante el Talavera, lo más reciente.
Mientras el equipo muestra un ritmo, Mbappé funciona a otro. Xabi Alonso prometió presión alta, intensidad, robar en campo contrario y, la idea poco duró. Courtois bajo los tres palos y Kylian frente a los homólogos del belga son las notas de excelencia del Madrid.
Sobre la cancha está desatado. La toma desde mitad del campo, desparrama oponentes, imprime altas velocidades de mente y piernas. Le sirve cualquiera de los ángulos para atacar el marco, una medida tatuada entre ceja y ceja. La defensa del Sevilla no luce freno para el francés.
Sábado 20 de diciembre, estadio Santiago Bernabéu. Noche europea, tarde cubana. Entre las 15 y las 17 horas las miradas madridistas apuntarán en dos direcciones. Claro, el futuro de Alonso queda en segundo plano entre pitazo y pitazo del colegiado. El camino lo dictará la pizarra final.
Eso sí, durante el paso de los 90 minutos las retinas buscarán al mejor. Cada arrancada suya va a levantar la algarabía de quienes en ese instante pueden aprovechar para olvidar el resto de las malas sensaciones con la plantilla. En sus botines también está el destino de Xabi antes de Arabia.



