Al menos dos barcos con petróleo fueron confiscados en actos de piratería internacional el 10 y el 20 de diciembre y un tercero fue perseguido en virtud del bloqueo unilateral total y completo ordenado por el presidente Donald Trump contra embarcaciones sancionadas que entraran o salieran de Venezuela.
Ayer, durante un anuncio sobre la construcción de una “Flota Dorada”, un número de buques de guerra “Clase Trump”, el mandatario dijo que su Gobierno conservará el petróleo y los dos buques petroleros incautados por la Guardia Costera de Estados frente a la costa de Venezuela este mes.
“Lo vamos a conservar. Quizás lo vendamos. Quizás lo conservemos. Quizás lo usemos en las reservas estratégicas”, subrayó Trump a los periodistas en Mar-a-Lago. “También nos quedaremos con los barcos”, añadió el ocupante del Despacho Oval.
La Guardia Costera de Estados Unidos estaba persiguiendo un buque petrolero con vínculos con Venezuela el domingo, pero el buque aún sigue en movimiento, confirmó Trump el lunes.
“Terminaremos por capturarlo. Sí, de hecho, lo estamos persiguiendo. ¿Se imaginan? Porque provenía del lugar equivocado, salió de Venezuela y estaba sancionado”, añadió.
Mientras el Ejército de Estados Unidos volvió a atacar una embarcación «de bajo perfil» que presuntamente traficaba drogas este lunes en el océano Pacífico oriental, matando a una persona, informó el Comando Sur.
En una publicación en la red social X, el SOUTHCOM (sigla en inglés del Comando) escribió un mensaje que se repite desde que comenzó la campaña de la administración Trump contra las drogas el pasado 2 de septiembre.
Esta vez señaló el mensaje: «El 22 de diciembre, bajo la dirección del secretario de Guerra (Defensa) Pete Hegseth, la Fuerza de Tarea Conjunta Southern Spear llevó a cabo un ataque cinético letal contra una embarcación de bajo perfil operada por organizaciones terroristas designadas en aguas internacionales».
Al menos 105 personas murieron en ataques contra supuestas embarcaciones de narcotráfico en el Pacífico oriental y el Caribe como parte de la campaña Operación Lanza del Sur, orquestada por el Gobierno de Trump en su lucha antidrogas.
Estos ataques han sido objeto de escrutinio por parte de legisladores de Estados Unidos y activistas de derechos humanos, quienes exigen explicaciones y pruebas sobre las acusaciones de tráfico de drogas, ya que esas muertes podrían considerarse ejecuciones extrajudiciales.
Estados Unidos tiene una presencia militar masiva en el área del Comando Sur, donde emplazó buques de guerra, infantes de marina, aviones de combate y aviones espía, en un alarde de poderío.
En recientes declaraciones a Vanity Fair, la jefa de gabinete de Trump, Susie Wiles, reveló el verdadero objetivo de los ataques a embarcaciones en el Caribe y el Pacífico oriental. El presidente «quiere seguir hundiendo barcos hasta que Maduro se rinda», afirmó.




