Comienzan nuevos duelos particulares en serie beisbolera cubana

La pasión beisbolera continúa hoy en ocho estadios del país con el inicio de nuevos duelos en la 64 Serie Nacional y toda Cuba pendiente del último tercio del calendario clasificatorio.

  Desde el José Antonio Huelga se alzará uno de los focos mayores: los Cachorros de Holguín, encaramados en la cima, visitan a unos Gallos de Sancti Spíritus necesitados de victorias para seguir respirando en la lucha por su boleto a la postemporada.

    En paralelo, en el Julio Antonio Mella, los vigentes campeones Leñadores de Las Tunas recibirán a los Cazadores de Artemisa en un pulso de elevado voltaje por sostenerse en la zona alta de la tabla.    

   Mientras tanto, el Palacio de los Cocodrilos será escenario de otra historia: Matanzas, dueña de la mejor defensa del torneo, buscará afianzarse en posiciones de privilegio frente a unos Toros de Camagüey que, pese a su puesto 13 y sus opciones exiguas, exhiben la ofensiva más robusta del campeonato.    

En La Habana, el estadio Latinoamericano volverá a revivir viejas batallas cuando Industriales reciba a las Avispas de Santiago de Cuba, en un duelo que la memoria bautizó hace décadas como Clásico de la Pelota Cubana.

    Los felinos presumen el pitcheo más eficiente del torneo, mientras las Avispas se sostienen como reinas del cuadrangular, pese a la ausencia por contratos en Nicaragua de sus dos grandes cañones, Yoelquis Guibert y Yoel Yanqui.

    Hacia el sur, en el 5 de Septiembre, los sorprendentes Elefantes de Cienfuegos se abrazarán a su público para medirse a Villa Clara, conjunto que necesita exprimir cada oportunidad para no quedar varado en la mediocridad.

   En el Nelson Fernández soplarán vientos fuertes cuando los Huracanes de Mayabeque, dueños de un sólido cuerpo de lanzadores, enfrenten a los Tigres de Ciego de Ávila, decididos a morder un puesto de privilegio.

   Por su parte, en Bayamo, Vegueros de Pinar del Río y Alazanes de Granma se enzarcen en una batalla de alta tensión por la clasificación y en el extremo oriental del mapa competitivo, el Nguyen Van Troi acogerá la pulseada entre Piratas de La Isla e Indios de Guantánamo, choque resignado al foso de la tabla.   

A pesar de las luces que alumbran a los protagonistas, el torneo no esconde sus sombras: la media general de pitcheo, con 5.03 carreras limpias aceptadas por juego completo, delata una crisis de la lomita, marcada por bajas en la velocidad, dominios frágiles de la zona y repertorios pobres que facilitan la fiesta ofensiva.

    Los bateadores arrastran deficiencias técnicas evidentes en la selección de lanzamientos y en la ejecución situacional, mientras la defensa sufre errores mentales y mal manejo de jugadas tácticas que no siempre se consignan como pifias, pero que cuestan encuentros enteros.

   Asimismo, varias novenas han pagado un precio alto por decisiones cuestionables desde el banco, incluida la utilización de jugadores impropios en más de una ocasión, hecho que ha derivado en derrotas administrativas y ha encendido las alarmas sobre la dirección de equipos en plena carrera clasificatoria.

    Sin embargo, por encima de esos tropiezos, el campeonato mantiene un magnetismo inquebrantable: los estadios se llenan de voces, radios y teléfonos acompañan cada jugada, y el país entero discute alineaciones, cambios y estadísticas como si en cada turno al bate se jugara un pedazo de la identidad nacional.

   En medio de esa atmósfera de euforia y desvelo, los líderes individuales moldean la narrativa de la 64 Serie con números de otra galaxia: el santiaguero Yoel Yanqui conserva la cúspide ofensiva con un descomunal average de .466, mientras el holguinero Yasiel González manda en jonrones con 16, su compañero Lázaro Cedeño encabeza las impulsadas con 61 y el también Cachorro Ernesto Torres reina en bases robadas con 12.

    Desde el montículo, además del dominio de César García, destaca el matancero Silvio Iturralde con ocho victorias, y en el rescate comparten la cima con ocho salvamentos el holguinero Michel Cabrera, el tunero Alberto Pablo Civil y el matancero Yosney García.

   Así, entre virtudes que alimentan la leyenda y carencias que duelen como errores no forzados, la 64 Serie Nacional se adentra en un último tercio cargado de dramatismo, donde cada lanzamiento puede ser definitivo y cada fildeo, redentor o condenatorio.

   En Cuba, donde el béisbol sigue siendo lengua común, refugio emocional y espejo de la nación, estas nuevas subseries no son solo un capítulo más del calendario: son la nueva página de una épica diaria que vuelve a confirmar que el juego de las bolas y los strikes es, todavía, la gran pasión de un pueblo entero.

Prensa Latina

Cuenta Oficial de la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina. Al Servicio de la verdad desde el 16 de junio de 1959

Comparte si te ha gustado
Scroll al inicio