Ella tiene 59 años y hoy es una experimentada operadora en la subestación Subestación Siboney 110/13.8 kv, una mujer que derrocha humildad desde la primera palabra dicha y la que está dentro del sector eléctrico desde el 2009.
“Pues en ese año hacen una convocatoria para formar operadores de centrales eléctricas Diesel, Feul-oil y yo paso ese curso”, sim embargo, algunos de mis compañeros y yo, cuando comenzaron a construir estas subestaciones eléctricas, nos interesamos en entrar y pasamos el curso de habilitación en la Escuela de Capacitación y así es como comienza mi vida laboral dentro de la Empresa Eléctrica de Granma, en la subestación eléctrica Siboney 110/ 13.8 kv, Bayamo 2, que estaba recién fundada”, recuerda Leonor.
“Yo empecé como operadora en el 2011, llevo 12 años.
Es un trabajo que, como vez, requiere de mucha responsabilidad, de conocimiento, de concentración, porque trabajamos con altos niveles de voltaje, una mala ejecución puede provocar accidentes.
Cumplir con los procedimientos, las normas, las instrucciones de seguridad y salud”, insiste Leonor mientras revisa los niveles de voltaje.
Leonor mira hacia sus inicios en esta compleja actividad y reconoce que no tenía conocimientos sobre el trabajo con la electricidad, por lo que “tuve que poner empeño de verdad para lograr ponerme a la par de mis compañeros, que tenían mucha preparación”.
“Me vi obligada a estudiar, pues como te decía sentarse en esta silla es una responsabilidad muy grande.
Creo que hay una palabra que encierra la principal cualidad que debe tener un operador de subestaciones: disciplina.
A mí no me falta disciplina, porque la vida nos ha enseñado que cuando se cumple con la orientación del Despachador todo camino rumbo al éxito, que en nuestro caso radica en evitar.
“Un profesional de este sector debe tener la capacidad de actuar con serenidad en momentos de crisis, porque de momento puede ocurrir algún incidente y debemos saber cómo actuar.
No podemos fallar, no podemos equivocarnos”, expresa.
La capacitación del personal asegura Leonor siempre ha sido una prioridad para la Empresa Eléctrica y la Unión Eléctrica.
Además de los cursos que reciben, tienen que pasar algunos exámenes que son obligatorios aprobar para todo el personal que opera el sistema eléctrico.
“Nosotros somos capacitados en temas de seguridad y salud del trabajo y cómo actuar antes incendios o algunas situaciones críticas.
“Cuando comencé a trabajar aquí yo tenía muchos prejuicios porque todos mis compañeros eran hombres… y eran más mis complejos y mis preocupaciones por eso, porque realmente ellos nunca pusieron trabas para la comunicación, para el trabajo.
Todo lo contrario, somos una pequeña familia donde prima el respeto, la profesionalidad, y donde ha prevalecido el sentido de pertenencia por el trabajo.
“Nunca hubo distinción por mi condición femenina, porque aquí realmente importa la preparación, el conocimiento.
Aquí prima la preocupación por los compañeros.
Nuestro jefe de subestación es muy preocupado por nuestros problemas personales, porque sabe que cuando un operador viene a la subestación con un problema personal eso puede ocasionar un error de ejecución.
“Mi familia siempre me recuerda que cuando yo entre a la subestación los problemas deben quedarse fuera.
Son muy reiterativos en tema del cuidado en las manipulaciones.
Mi esposo tiene una discapacidad física, pero yo he encontrado en mi familia y mi equipo de trabajo un apoyo para a pesar de las dificultades personales que pueda tener- no dejar de hacer lo que me gusta.
“A las mujeres las invito a que vean en mi un ejemplo de superación.
Quizá no tenía todo el conocimiento, todas las herramientas, pero me arriesgué me superé y hoy me desempeño en un puesto que me hace feliz como profesional.
Creo que a veces las barreras… los prejuicios los tenemos nosotras.
Estamos en un tiempo donde la capacidad y el conocimiento hablan, a veces, más alto que los prejuicios”.