
Cada 27 de septiembre se celebra el Día Internacional del Turismo, una jornada que subraya la importancia de este sector en la economía global y su papel en la promoción de la cultura y el entendimiento entre naciones.
Este año, el tema central se enfoca en la sostenibilidad y la inclusión, resaltando la necesidad de un enfoque más responsable en la actividad turística.
La fecha se celebra desde 1980 y fue seleccionada para coincidir con un evento significativo en la historia del turismo mundial: el décimo aniversario de la adopción de los Estatutos de la Organización Mundial del Turismo (OMT).
Por otro lado, es un momento de cruce de la temporada alta de turismo entre el hemisferio norte y el hemisferio sur.
La OMT destaca que un turismo sostenible no solo preserva los recursos naturales y culturales, sino que también promueve el bienestar social y económico de las comunidades anfitrionas.
En este sentido, se hace un llamado a los viajeros para que elijan destinos que prioricen la sostenibilidad y apoyen iniciativas locales.

En diversas partes del mundo, se están implementando estrategias para fomentar un turismo más responsable.
Desde el ecoturismo en áreas protegidas hasta programas que promueven la inclusión de grupos marginados en la industria, las iniciativas son variadas y buscan mitigar el impacto negativo del turismo masivo.
Sin embargo, persisten retos significativos.
La sobreexplotación de recursos, el cambio climático y la falta de políticas efectivas en algunos destinos continúan siendo preocupaciones centrales.
Expertos advierten que es crucial adoptar un enfoque integral que involucre a todos los actores del sector para garantizar un futuro sostenible.
Cuba, como muchas otras naciones, no escapa a las dinámicas económicas globales que afectan su desarrollo y sostenibilidad.
El turismo ha sido tradicionalmente una de las principales fuentes de ingresos para la isla, atrayendo a millones de visitantes cada año con su rica cultura, historia y paisajes naturales. Sin embargo, factores como el embargo económico, las restricciones de viaje y la pandemia de COVID-19 han impactado significativamente en el sector.
En este contexto, el turismo sigue siendo fundamental, no solo por los ingresos que genera, sino también por su capacidad para promover el intercambio cultural y la comprensión global.
Por ellos es fundamental reflexionar sobre nuestras prácticas como viajeros y cómo estas pueden contribuir a un mundo más justo y equilibrado.