
Autor: Nacho Machín, estudiante de periodismo | internet@granma.cu
Robiel Yankiel Sol no salta, vuela. Con esa habilidad sobrehumana, ya es tres veces campeón del mundo, dos veces monarca paralímpico, y, con ello, la apuesta más segura del paratletismo cubano.
En esta ocasión, Nueva Delhi fue el escenario para la consagración del habanero. Un salto de 7.57 le bastó para conquistar su tercera medalla de oro en campeonatos del orbe, muy superior a sus rivales.
Si bien tuvo una competencia discreta, matizada por tres fallos, y un solo salto por encima de los siete metros, Robiel, desde su primer despegue, ya era el monarca.
Como su apellido, Robiel es el Astro Rey del paratletismo cubano, y, con solo 22 años, es dueño de una carrera gloriosa dentro del movimiento atlético.
¿Cuál será su límite? Es difícil de conocer. Que salte los ocho metros parece cuestión de tiempo, aunque no sería esa su mayor conquista. El tanque de saltos le queda chico a un muchacho que, en cada intento, muestra su grandeza.
Recuerdo, en una entrevista previa a los Juegos Parapanamericanos de 2023, le pregunté qué medalla le restaba por conseguir, y si se sentía saciado de gloria. «Siempre me falta la de oro en la próxima competencia», respuesta que resume todo su porvenir.