El mandatario republicano transformará el aparato diplomático estadounidense en un brazo del gobierno con un carácter más abiertamente político y según el diario The New York Times, los diplomáticos que serán cesados son de carrera, que suelen servir bajo presidentes de ambos partidos.
Casi siempre los periodos de los embajadores concluyen sin la intervención de un nuevo ocupante del Despacho Oval, lo cual diferencia a los que son nombrados por motivos políticos, que en la mayoría de los casos renuncian a sus responsabilidades con el cambio de gobierno.
Nikki Gamer, portavoz de la Asociación del Servicio Exterior Estadounidense, el sindicato que representa a los diplomáticos de carrera, dijo al Times que podían «afirmar categóricamente que una destitución masiva de este tipo nunca ha ocurrido desde la fundación del Servicio Exterior tal como lo conocemos».
“Los afectados informan haber sido notificados abruptamente, generalmente por teléfono, sin que se les proporcionara ninguna explicación”, subrayó Gamer.
El sindicato enfatizó en un comunicado que «estas destituciones abruptas, opacas e inexplicables socavan la eficacia diplomática y la credibilidad de Estados Unidos en el extranjero».
Indicó el reporte del influyente rotativo que esta destitución masiva por parte de Trump representa otro ejemplo de cómo está desmantelando el valioso conocimiento institucional asociado con lo que él y sus seguidores llaman despectivamente «el Estado profundo» en Washington.
El efecto es -añadió- la pérdida de expertos civiles cualificados e imparciales cuya experiencia es increíblemente valiosa para lograr los objetivos de la política exterior estadounidense.
“La falta de transparencia y de un proceso adecuado rompe drásticamente con las normas establecidas desde hace mucho tiempo”, agregó.




