
Desde la tribuna de la Cumbre de Líderes de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Clima (COP30), que se extenderá hasta el día 21, Martínez saludó a jefes de Estado y de Gobierno, ministros de naciones hermanas y al secretario general de la ONU, António Guterres.
Con verbo firme, denunció la carrera armamentista que desvía recursos millonarios, mientras los países en desarrollo enfrentan crecientes desafíos externos.

Recordó las palabras del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, en la Conferencia de Medio Ambiente y Desarrollo instando a cesar los egoísmos, los hegemonismos y la insensibilidad, y advirtiendo que mañana será demasiado tarde para hacer lo que debimos haber hecho hace mucho tiempo.
También dentro del marco de la cita climática, Martínez sostuvo encuentros con directivos de Syctom, organización francesa especializada en gestión de residuos sólidos urbanos, acordando implementar tecnologías y métodos de gestión de residuos en la isla para avanzar en sostenibilidad ambiental y cooperación internacional.
Fuera del foro, la delegación cubana desplegó anteriormente acciones concretas en Maricá, municipio de Río de Janeiro, donde el viceprimer ministro visitó el hospital municipal Dr. Ernesto Che Guevara, institución sanitaria de alto estándar tecnológico y con un equipo profesional capacitado para desarrollar investigaciones clínicas conjuntas con centros cubanos.

Junto al embajador de Cuba en Brasil, Adolfo Curbelo, y otras autoridades, recorrió además el futuro Parque Científico de Maricá, que incluirá laboratorios, plantas piloto y facilidades productivas con tecnologías cubanas, mostrando que la innovación y la ciencia no se detienen ante las barreras económicas ni las sanciones externas.
La manifestación de rechazo al asedio de Washington de hace más de seis décadas y la reafirmación de sostenibilidad justa se entrelazaron en el discurso de Martínez, dejando entrever que el cambio global exige responsabilidad y equidad, y que ningún país puede enfrentar solo los desafíos de la emergencia ambiental.
En Belém, la presencia de la isla se hace tangible: firme en la denuncia del cerco, activa en la cooperación, constante en la innovación y decidida en la acción.
Cada paso de la comitiva cubana, cada reunión y visita, evidencia que La Habana mantiene su compromiso con el planeta y la justicia climática, demostrando que su voz se escucha en la COP30 y su ejemplo de resistencia trasciende fronteras y obstáculos.


