Considerando que el periodo recién concluido forma parte de la época de mejores condiciones naturales para el mayor rendimiento de las colmenas, la estrategia es continuar cumpliendo las cuotas mensuales y aprovechar al máximo el segundo pico de producción, de octubre a diciembre, declaró Alexander Rojas Pérez, director de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Apícola del territorio.
Explicó que atravesaron una situación muy tensa en febrero, debido al déficit de combustible, pero los meses de enero y marzo fueron muy buenos, resultando este último el mejor de la historia, con el acopio de 220 t, de 70 planificadas.
Ahora comienza una etapa de baja floración, dijo, en la cual los productores deben concentrase en la limpieza y reparación de los apiarios, el cambio de láminas y abejas reinas; unido a la creación de reservas de alimento y la recolección de derivados como polen, propóleo y cera.
Hasta agosto venidero, subrayó que también será momento oportuno para otras atenciones especializadas, pero sin descuidar los compromisos de entrega; todo lo cual se ha proyectado sobre la base del intercambio directo con los 350 apicultores de la oriental provincia, considerada por expertos como la de mayores potencialidades en el país.
La UEB dispone de una fábrica de láminas de cera, y trabaja con el objetivo de poder garantizar a los productores los distintos elementos para la confección de las colmenas (cajas, tapas, fondos), e insumos necesarios como el formol y la cal, detalló el directivo.
Puntualizó que el plan anual asciende a mil 100 toneladas de miel, de alta demanda en el mercado nacional e internacional, y con un 60 por ciento certificada como ecológica.
Granma es el segundo territorio mayor productor en Cuba, después de Matanzas, y para alcanzar su potencial máximo – estimado en unas dos mil toneladas- precisa seguir incrementando el número de apicultores, crecer en cantidad y elevar el rendimiento de los apiarios, afirmó Rojas Pérez.
Agregó que ese último indicador oscila actualmente entre 38 y 40 kilogramos, pero puede elevarse hasta 100, como ya lo demuestran algunos criadores en municipios de la zona costera.
