Gestar el porvenir (+ fotos)

Reconfortante sensación producen en medio de la enfermedad el trato amable y atento, la explicación necesaria y la compañía que ofrece alivio al alma y espanta el temor a las jeringuillas, la canalización de venas y las curas.

Yanay Reyes Fonseca/ FOTO Yudelkis De La Hera Jerez

Por Yudelkis de la Hera Jeréz

El colectivo de Enfermería constituye un pilar fundamental en el sistema cubano de salud,   paradigma mundial que escribe cada jornada  numerosas historias de altruismo, desde nuestras instituciones sanitarias hasta los sitios más inaccesibles del planeta.

Son motivos suficientes para enaltecer el accionar cotidiano el 12 de mayo, Día de la Enfermería.

Con la mirada puesta en conservar para el porvenir tales principios, se acciona en la formación de las nuevas generaciones desde el fortalecimiento de valores humanos, habilidades y conocimientos hasta el dominio de los procedimientos sanitarios y las medidas de seguridad biológica.

De ahí la importancia de la segunda edición del curso básico de Enfermería, que se desarrolla desde octubre de 2023, en el municipio de Niquero, como extensión de la Universidad de Ciencias Médicas Celia Sánchez Manduley.

Las diferentes áreas de la atención a la salud se convierten en escenario donde la teoría y la práctica caminan de la mano, en un proceso docente educativo que prevé graduar, en el mes de julio, 50 jóvenes de esa especialidad.

Licenciado en Enfermería y Profesor Asistente Arlet Álvarez Agüero/ FOTO Yudelkis De La Hera Jerez

Licenciado y profesor asistente, Arlet Álvarez Agüero, explicó que esta edición ofrece la posibilidad de continuar estudios con garantía de empleo.

“El programa de estudio incluye los conocimientos básicos, procedimientos y habilidades necesarias. La teoría se complementa con la práctica en los consultorios médicos y el hospital docente Gelacio Calaña de la Hera. En días recientes, formaron parte de la campaña de vacunación antipolio. Fue una experiencia valiosa para la formación de los estudiantes”.

“Niquero sobresale por la amplitud de su formación, pues la graduación anterior fue de 61 estudiantes que hoy integran el colectivo laboral de Salud Pública en el municipio”.

Con una sonrisa amable, la estudiante Yanay Reyes Fonseca se acerca al pequeño hospitalizado en la sala de Pediatría del hospital niquereño. Mide los signos vitales del infante y le pregunta cómo se siente. Es una plática amena, que trascurre con total naturalidad. A pesar de su juventud, se puede apreciar profesionalidad en la futura enfermera.

“Tengo 24 años, la enfermería es mi meta, porque me gusta ayudar a los demás y ser útil. Ha  puesto en mi corazón el deseo de servir  a los pacientes en momentos difíciles, en los cuales necesitan cuidados, amor y compañía.

“Pienso que para ser un buen profesional se necesita mucha empatía, paciencia y amabilidad. Hay que ser observador y estar muy atento a las necesidades de los demás. El curso ha sido muy importante, también he aprendido cosas que me servirán para la vida”.

Sentimientos semejantes habitan en los jóvenes Yoannis Rafael Rodríguez Flores y Keyla Vega Naranjo.

Ambos acudieron a la segunda convocatoria del curso y  actualmente llevan a la práctica lo aprendido.

Yoannis Rafael Rodríguez Flores/ FOTO Yudelkis De La Hera Jerez

Para Rodríguez Flores, constituye un paso de avance en su desarrollo personal: “El curso va más allá de procedimientos de enfermería, porque incluye también la formación de valores y el comportamiento social. Se siente satisfacción cuando, luego de atender a un paciente, este evidencia alivio”.

Keyla Vega Naranjo/ FOTO Yudelkis De La Hera Jerez

Por su parte, la joven de 19 años Keyla Vega Naranjo explica: “Siempre estamos al cuidado de los demás, muy atentos a la evolución y los síntomas del doliente. Pronto estaremos haciendo guardias. Mis profesores son muy buenos. El trabajo en los consultorios médicos me pareció una experiencia interesante, porque nos acerca más a la familia. Pienso seguir superándome y convertirme en una gran profesional de la enfermería”.

Impecablemente blanco su traje, enorme su corazón, sanadoras sus manos, hermosa misión la de salvar vidas y curar heridas. Ante eventos meteorológicos, urgencias médicas y accidentes, su labor se agiganta y brilla con más fuerza porque, sencillamente, son imprescindibles.

La Demajagua

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