“Ni 50 ni 100 años podrán borrar el horror del golpe militar de 1973, ni la dignidad del presidente Allende, que cumplió el mandato de su pueblo al costo de su propia vida”, significó el mandatario en su cuenta en X, antes Twitter.
Por su parte, el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de la isla, Esteban Lazo, recordó una frase del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, cuando expresó que Allende demostró más dignidad, más honor, más valor y más heroísmo que todos los militares fascistas juntos.
El secretario de organización del Partido Comunista de Cuba, Roberto Morales, manifestó que hace 50 años las bombas fascistas condujeron a Chile al horror y la muerte, pero como había prometido, Allende entregó su vida en defensa del pueblo.
“Su coraje lo convirtió en un símbolo de la lucha contra el fascismo y el imperialismo”, agregó Morales.
Asimismo, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, conmemoró la resistencia heroica del presidente Allende y sus compañeros en defensa de la independencia y la democracia frente al ataque fascista contra el Palacio de la Moneda, instigado y orquestado por Estados Unidos.
Hace 50 años se desarrolló una de las páginas más oscuras y sangrientas de la historia de la democracia y del movimiento obrero en en América Latina, en la mañana del 11 de septiembre de 1973, el edificio de la Moneda (sede del Ejecutivo) fue bombardeado y asaltado.
El presidente Allende, ante la exigencia de rendirse, respondió a través de Radio Magallanes con unas palabras que le situaron para siempre entre los grandes de la región: “… no renunciaré… pagaré con mi vida …. estoy seguro de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles de chilenos no puede ser destruida”.
Sobre la una de la tarde de ese día y una vez agotadas todas las posibilidades de resistencia se produjo la muerte de Allende después que la mayor parte de su escolta y otros combatientes habían caído en la lucha o fueron capturados tras quedarse sin municiones.
La represión militar posgolpe fue terrible: decenas de miles de personas fueron segregadas en cárceles o en estadios de fútbol convertidos en campos de concentración, miles fueron torturadas y asesinadas, y muchas otras, adherentes a partidos o sindicatos de izquierda, tuvieron que huir, eligiendo el camino del exilio.