Desde el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano (FINCL), que desarrolla su edición 44, se rinde tributo a la obra, a sus artistas, a su genuino artífice, Tomás Gutiérrez Alea ‘Titón’ (1928-1996) y a su codirector, Juan Carlos Tabío (1943-2021)
Vladimir Cruz, quien interpretó el personaje de David, declaró a la Agencia Cubana de Noticias que por la repercusión que tuvo y aún conserva el filme, ha marcado su carrera como actor.
Fue mi primera película y la que me abrió las puertas en mi propio país y en el mundo, y resultó la oportunidad de conocer otra cinematografía y de devolverle al cine nacional lo aprendido en otras latitudes, expresó.
Se trató de una experiencia definitoria y de mucho orgullo porque ha sido una obra útil en nuestra sociedad para mucha gente, añadió.
Para Cruz lo esencial es que el mensaje de “Fresa y Chocolate” siga vivo, porque estamos ante un audiovisual humano.
Es muy difícil cambiar la manera de pensar y la idiosincrasia de un país, pero la obra quizás sí marcó hitos a la hora de hablar de temáticas como la diversidad sexual, la tolerancia, las manifestaciones de homofobia que aún persisten, consideró el actor.
La película llegó todo lo lejos que pudo porque puso sobre el tapete el derecho de todos a participar en el cambio social, añadió.
En la propuesta cinematográfica de Titón, Diego-encarnado por Jorge Perugorría y David se encuentran en un momento histórico de furor por la llamada generación del hombre nuevo y donde ser homosexual era considerado enfermizo, pero para nosotros como actores el rodaje fue un periodo de aprendizaje, reflexión y de apertura mental que trasladamos a la vida personal, dijo Cruz.
Senel Paz, autor del relato “El lobo, el bosque y el hombre nuevo” que se adaptó como guion a “Fresa y Chocolate”, comentó que más allá del éxito de taquilla que fue la película y de su popularidad porque los espectadores cubanos la hicieron suya, el triunfo radicó en ser una obra hecha con total libertad.
El escritor contó la experiencia de trasladar la narración en la literatura hasta el cine y de acompañar al personaje de Diego con otro, que fue el de Nancy, a cargo de la actriz Mirtha Ibarra.
Un guion es una unidad viva, pero en el caso de una película eso se consigue con el aporte colectivo que se encarga de ella hasta el final, aseveró Paz.
La propia Ibarra señaló a la ACN que los 30 años de “Fresa y Chocolate” coinciden con el aniversario 95 del natalicio de Titón, quien fue, por encima de todo, su compañero de vida.
Para mí es una de las cintas más importantes del cineasta-solo antecedida por “Memorias del subdesarrollo” – porque trascendió fronteras en el tratamiento al tema de la homofobia en el medio en Cuba, destacó la actriz.
La Casa del FINCL acogió este martes la proyección del documental “Silencio, se filma Fresa y Chocolate”, de Rebeca Chávez, donde se narran las peripecias del proceso creativo y en la que aparecen entrevistas a su equipo.
El filme de Titón y Tabío fue la primera cinta cubana nominada a los premios Óscar en 1994 como Mejor película extranjera, mientras que resultó ganadora de un Premio Goya en 1995, entre otros importantes galardones.