La persistencia del cerco económico, comercial y financiero y su agudización por el gobierno de Donald Trump, a lo cual se suman el despliegue militar en el Caribe y las sanciones arancelarias, pretenden desestabilizar no solo a Cuba, sino a toda la región, advierte la misiva.
En tal sentido, llaman al gobernante a mantener un diálogo con sus pares latinoamericanos y la comunidad internacional para exigir el cese definitivo de esas medidas agresivas que violan la autodeterminación y la soberanía de los pueblos.
El Movimiento de Solidaridad con Cuba en Chile apeló a la posición del presidente Boric en defensa de la paz continental y del mundo, y pidió mantener su integración con la mayoría de países que condenan el bloqueo estadounidense.
De acuerdo con el informe más reciente del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, el cerco impuesto desde 1962 y recrudecido con el paso de los años es el principal obstáculo para el desarrollo económico del país.
Representa, señala el texto, una afectación aproximada de más de 629,6 millones de dólares mensuales, o 20,7 millones diarios de pérdidas y daños.
A precios corrientes, los efectos acumulados durante más de seis décadas de aplicación de esta política ascienden a 170 mil 677,2 millones de dólares.
Desde 1992, la Asamblea General de la ONU rechazó en 32 oportunidades el bloqueo, excepto en 2020, cuando no hubo votación por la pandemia de la Covid-19.
Esta semana, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, denunció ante la prensa extranjera acreditada en La Habana una campaña del Departamento norteamericano de Estado destinada a evitar el voto a favor de la resolución presentada por Cuba.
Rodríguez mostró el texto íntegro de un mensaje enviado a gobiernos que tradicionalmente apoyan a la nación caribeña, donde se les intimida y presiona para tratar de que cambien su postura.



