Una vez más, por trigésimo tercera ocasión, la abrumadora mayoría de las naciones reconoció la necesidad de terminar con lo que el ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, calificó como un castigo colectivo, afirma esa declaración.
“Se trata de un castigo contra todo un pueblo cuya única falta es haber elegido un modelo diferente, uno que no se subordina a los deseos e intereses de quienes se autoproclaman dueños del mundo”, añade.
La nota refiere que, en las últimas semanas, Cuba denunció la fuerte presión acompañada de amenazas de represalias ejercida por el gobierno norteamericano contra numerosos países, para obligarlos a votar contra ese pronunciamiento, y resalta que una vez más los imperialistas fracasaron en su intento, pues solo unos pocos cedieron.
La Anaic califica esos votos opuestos a la resolución contra el bloqueo a Cuba como “una renuncia a la dignidad”, por parte de los mismos gobiernos que mantienen un silencio cómplice ante el genocidio del pueblo palestino, y apoyan a las acciones de Washington dirigidas a tratar de derrocar a aquellos gobiernos que se niegan a doblegarse.
“Por cada pequeño grupo de gobiernos que ceden, hay al menos diez veces más que apoyan claramente los intereses de Cuba y los suyos propios”, por ser también víctimas de “los efectos extraterritoriales del bloqueo impuesto por Estados Unidos”.
“La lucha para levantar el bloqueo contra Cuba también busca restaurar la dignidad de todos los pueblos del mundo”, enfatiza ese comunicado.
“¡Fin al inhumano bloqueo económico contra Cuba! ¡Sí a la autodeterminación y a la libertad de desarrollar sus propias sociedades sin amenazas ni coacciones!” expresan los miembros dela Anaic en su comunicado solidario



