Esther Virgen Hidalgo Verdecia, gestora de la iniciativa, confiesa que esta ha logrado un crecimiento paulatino.
Una variada gama de oportunidades para el pueblo posee esta iniciativa. Servicios de comida criolla, pizzas, refrescos, jugos y útiles del hogar, constituyen garantía para las familias de la zona y los visitantes.
Recientemente, el proyecto fue elegido como beneficiario de una convocatoria de la Unión Europea para impulsar la producción de alimentos en Cuba, con el protagonismo de los nuevos actores económicos, entre los que figuran los proyectos de desarrollo local.
¿Cómo han conseguido convertirse en una fuente de beneficio comunitario?
-Nuestro principal propósito es garantizar el bienestar en la comunidad y para ello, decidimos asumir este proyecto como una modesta contribución al desarrollo social. Somos prestadores de bienes y servicios, pero el enfoque de esta iniciativa es humano, solidario, con el ánimo de sumarnos a cada éxito de nuestro radio de acción y para ello, nos miramos en el espejo de las necesidades de nuestros clientes habituales, potenciales y en sus propias costumbres. Ellos nos trazan el camino, pero luego, ese bien aporta a la comunidad.
Hoy el proyecto representa un referente de integración por la multiplicidad de actores sociales vinculados a sus objetivos.
“Exactamente somos eso: un equipo diseñado para el crecimiento espiritual de la gente. Todo lo que sume a nuestra idea es bienvenido. Por eso, el gobierno local, instituciones de la comunidad, trabajadores sociales, Educación, Salud, tienen un vínculo estrecho con nosotros. Colaboramos en diversas acciones, siempre enfocados en formas creativas de hacer, para fortalecer nuestra estrategia”, expresó.
¿Cómo funciona este proceso desde su concepción como alternativa para responder de manera cohesionada a las necesidades de un barrio como el Recreo, de fácil inundación y pocas oportunidades de desarrollo?
-Pasamos de ser un actor económico exclusivo a una forma de desarrollo, que incluye mayores oportunidades de crecimiento económico y social. En la medida que hemos crecido, también decidimos apadrinar, es decir, colaborar con las meriendas escolares de los alumnos de la escuela primaria de la comunidad y con las familias más vulnerables mediante donativos. No obstante, socialmente, nuestro alcance incluye el hogar materno, la casa de abuelos, el policlínico, con actividades que mejoran la calidad de vida.
Tomando en cuenta que esta es una oportunidad para crecer en ofertas de empleo. ¿Cómo funciona el mecanismo de contratación para servicios de eficiencia y de asequibilidad laboral?
-Apenas asumimos como Proyecto de Desarrollo Local aumentamos los empleados, suman 12 en total, acorde a las necesidades de los servicios a prestar. Con ellos hemos logrado el éxito, porque son puntuales, disciplinados, proactivos y rigurosos con su desempeño.
“Nosotros les brindamos un trato afable, somos como una gran familia, también multiservicios, colaboramos en lo que haga falta, aunque cada cual posee un rol. El salario de los trabajadores es bueno y se sienten estimulados, por eso nuestra fuerza de trabajo es estable.
El nombre de La Patrona representa más que una identidad, es una vía de exaltar el papel que juega la mujer como protagonista de un proceso social de impacto. ¿Cómo ha determinado el impulso de las mujeres en cada tarea de este proyecto?
-De los doce empleados, diez son mujeres y mire que rinden buenos frutos. Son ágiles, eficientes, atentas, muy profesionales. Hemos priorizado eso, que ellas sean una fuente activa de crecimiento y lo hemos logrado. Yo misma concebí las ideas y aporto como las demás en lo que haga falta. Nosotras somos muy fuertes y enérgicas; eso lo ponemos en función del trabajo.
Los aportes económicos al territorio también demuestran la solidez de esta iniciativa. ¿De cuáles maneras aportan ustedes al reimpulso de la economía local?
-Como actor económico aportamos según lo establecido, tenemos activismo como contribuyentes, cuenta fiscal y una atención desde la Oficina Nacional de Administración Tributaria. En segundo lugar, con nuestras colaboraciones ahorramos al gasto estatal en beneficio de alumnos, maestros y la comunidad.
Los avances han sido paulatinos, pero en la medida que el proyecto se consolidó también crecieron ustedes como un equipo funcional, estructurado y con eficiencia. ¿Cómo ha sido este proceso?
-Comenzamos desde cero, como se dice, en el año 2022, compramos una casa cerca de la carretera central y se me ocurrió disponer de un fondo de inversión para comercializar guayabas de una finca en Pestán, después vendí café, chupa chupa y poco a poco, bajo una sombrilla, amplié las opciones como cuentapropista. Crecimos en las ventas, hubo que ampliar las compras y todo se vendía. Es un lugar favorable por el tránsito de la carretera central. Luego pasamos a la modalidad de Proyecto de Desarrollo Local.
Si bien el objetivo fundamental del proyecto es aportar al desarrollo local desde sus prestaciones y acciones comunitarias, el ofrecer sus experiencias representa una acción de socialización con mayor alcance. ¿Cómo se proyectan en el futuro mediato y a largo plazo?
-Ya podemos hablar de trabajo sólido, de una experiencia positiva y la oportunidad es el evento internacional de intercambio de experiencias entre varios proyectos cubanos aquí en Granma. Entre más de cien, que respondimos a una convocatoria europea, específicamente de España, fuimos seleccionados como beneficiarios de una donación económica que servirá para potenciar nuestro impacto. De Granma somos tres, pero cada opción de socializar nuestra experiencia la aprovecharemos.




