Cambio climático: una visión desde la comunicación y la territorialidad

“El cambio climático es una realidad que demanda del enfoque individual de los territorios ante el Plan de Estado para el Enfrentamiento del Cambio Climático, conocido como Tarea Vida”, afirma Orlando Rey Santos, asesor principal para el Cambio Climático en el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma). “Aunque hayan medidas anteriores, la más […]

“El cambio climático es una realidad que demanda del enfoque individual de los territorios ante el Plan de Estado para el Enfrentamiento del Cambio Climático, conocido como Tarea Vida”, afirma Orlando Rey Santos, asesor principal para el Cambio Climático en el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma).

“Aunque hayan medidas anteriores, la más abarcadora es el Plan de Estado para el Enfrentamiento del Cambio Climático. El mismo persigue implementar medidas de protección nacional, con especial atención a las zonas costeras, atendiendo al ascenso del nivel medio del mar y sus impactos.

“Tarea Vida no pretende decir qué se va a hacer en cada lugar, sino que establece las líneas estratégicas generales y las tareas básicas: los corales, los manglares, las cuencas hidrográficas, las comunicaciones, la sensibilización de la población sobre estos temas y la búsqueda de financiación.

“El cómo y el qué lo pone cada sector y cada territorio, no es lo mismo la tarea vida desde el enfoque de la Agricultura al de Salud Pública; tampoco será el mismo en el municipio de Río Cauto y Manzanillo, por tanto, Tarea Vida marcó sus pautas generales y dejó las particularidades a cada territorio.

“En ese sentido, el municipio de Manzanillo debe de ser capaz de generar su propia estrategia de Tarea Vida, que responda a su gran dependencia de los recursos costeros, a la existencia de su costa de manglar, al déficit de agua y la salinidad”, valoró Rey Santos, quien también funge como especialista en Política Ambiental del Citma.

Los términos técnicos siguen siendo adaptación y mitigación. La adaptación enmarca aquellas acciones para reducir la vulnerabilidad de los sistemas naturales y humanos ante los efectos reales o esperados del cambio climático.

La mitigación, en cambio, se enfoca en reducir las emisiones ya sea porque usted emite menos, sustituye combustibles fósiles por energía renovable, instala bombillos eficientes o siembra bosques que son sumideros de carbono, o sea, usted emite menos o absorbe más.

Sobre el papel de los comunicadores al abordar esta temática, opinó: “Es importante transmitir informaciones que no sean catastrofistas, algo que suele ocurrir en el lenguaje medioambiental y climático porque es impactante. No es que no sea cierto, sino que paraliza a las personas.

“Lo más importante al referir esta temática en la comunicación, es ofrecer información dejando vías de actuación considerando otras necesidades de las personas, como sociales, económicas, presiones, demandas de la vida personal, porque nada va a reemplazar eso y en mi opinión no es muy efectivo.

“No es efectivo decirle a las personas, usted no puede hacer, lo ideal sería: pueden usar este otro recurso, o pueden obtener resultados si se hace una gestión adecuada de estos recursos. La idea nunca debe ser emplear ese tono prohibitivo, que solo convierte a las personas en enemigas del proyecto”, aclaró Rey Santos.

Mirarse hacia dentro, hacia lo local, ofrecer mensajes positivos y dar alternativas que combinen la acción climática y la mejora de las condiciones de vida de las personas sería lo ideal al abordar el cambio climático desde la perspectiva comunicacional.

Anaisis Hidalgo

Comparte si te ha gustado
Scroll al inicio