Múltiples son los ejemplos de féminas que en Bartolomé Masó abonan con el sudor de su frente los terrenos que cultivan y se emplean en las rudas labores de la ganadería y el cuidado de otros animales.
El incremento de las mujeres incorporadas directamente al campo y a otras faenas agrícolas constituye uno de los principales objetivos que impulsa la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños en todo el país, precisó Linné Martínez Sánchez, presidenta municipal de la ANAP en este territorio.
En correspondencia con ello, agregó, en nuestro municipio hemos creado Brigadas FMC – ANAP en cada una de las 40 cooperativas que integran el sector, las cuales agrupan a más de mil féminas en su conjunto.
También resaltó la capacidad de la mujer como dirigente de cara al surco, hecho que se demuestra aquí con la ascensión de presidentas en cooperativas, en tanto casi el 40 por ciento de los cargos en las asociaciones de base y el Comité Municipal están ocupados por mujeres.
Ello no solo es garantía de mayor independencia y desarrollo de la mujer rural, sino también de un impulso adicional a la producción agropecuaria ante la crisis alimentaria que hoy vive la nación cubana.
En el municipio vanguardia de la emulación especial por el 17 de mayo en Granma se fortalecen los proyectos de género y se crean capacidades de empleo tanto en el surco como en las oficinas, donde el quehacer femenil es reconocido y bien remunerado.
Estos resultados obedecen también a la labor integrada de la ANAP y la Federación de Mujeres Cubanas en la promoción de la participación femenina en la construcción de nuestra sociedad.