El Cochero, como popularmente se le conoce, obtuvo la victoria a los 46 años y nueve meses, y lo hizo nada menos que ante Industriales, en rol de relevo (2.1 INN, 0C, 1H, 1BB) en el estadio Latinoamericano.
Leandro Martínez, quien cumplirá 45 años el próximo 28 de junio, era hasta ese momento el serpentinero granmense más longevo con triunfos en nuestros clásicos, pues había vencido a Matanzas el pasado 7 de abril.
Sin embargo, Alarcón todavía está relativamente lejos del récord de un serpentinero de más edad en ganar un desafío en nuestras lides, porque el habanero Lázaro de la Torre, el 30 de enero de 2005, se impuso precisamente a Granma 13 carreras por ocho, con 47 años, tres meses y 20 días.
De modo que el oriundo de Bayamo, quien cumplirá 47 el próximo 17 de julio tendría, para superar al capitalino, que hacer equipo para la 64 Serie Nacional y, además, ganar en ese torneo.
Antes de Alexei y Leandro, otros longevos granmenses habían obtenido triunfos con veteranía: Misael López, a los 42 abriles, Ciro Silvino Licea, camino a los 41 y Yanier González, a los 40.
El actual número 63 de los Alazanes regresó después de 11 años de ausencia; por eso muchos pensaron que no podría levantar cabeza en el torneo cubano, signado por una despiadada ofensiva.
“Yo llevaba todos estos años jugando en la serie provincial, lo hice con Campechuela, Buey Arriba y con Bartolomé Masó. Rendía, pero no me convocaban. Por eso agradezco a Ángel Ortega. Él me llamó a la preselección y me dijo que si me lo ganaba, solo si me lo ganaba, haría el equipo este año y aquí estoy”, expresó Alarcón a La Demajagua antes de empezar esta temporada con los Alazanes.
Aunque tiene números discretos en la presente contienda (1G -3P, 2 JS, 8,10 de PCL) El Cochero cree que, en lo adelante, puede ayudar más a la causa de los Alazanes, que buscan clasificar y luego luchar por su quinto título.
“Yo entreno como uno más y eso llama la atención de los muchachos. A varios de ellos los aconsejo, porque uno tiene la maña aunque ya no pueda tener velocidad”, dice este pelotero, quien comenzó jugando tercera base.
Alarcón dice ser un atleta que comenzó “en la manigua” y fue puliéndose después de llegar a las series provinciales.
Expresa que fue Ramón Rodríguez, coach de tercera durante muchos años de los Alazanes, director entonces del equipo Bayamo, quien lo llevó a convertirse en serpentinero.