
El Máster en Ciencias Alejandro Portales Díaz, director del Archivo histórico provincial comentó sobre las características y los beneficios de los implementos adquiridos:
“Las cajuelas son propicias para la conservación de la documentación, evitan que pueden tener polvo, humedad , ser afectados por la radiación solar o la incidencia de lámparas y bombillas.
“Son, demás, cajuelas que tienen un pH neutro, es decir, no afecta la documentación; un requisito indispensables para que esta pueda ser conservada en el archivo, sabiendo además que son documentos de alto valor para la sociedad y con muchos años de conservación.
“Nuestra red de archivos de Granma trabaja en diferentes dinámicas y ejecuta acciones de reparación en el archivo histórico provincial, el de Manzanillo, Jiguaní y Niquero.
“Además de la compra cajuelas, hemos podido adquirir agujas, hilo y pegas financiados por el Estado a partir del incremento del presupuesto de conservación, o sea, que es una conservación que abarca los locales, los documentos impresos y digitales”, precisó Portales Díaz.
A partir de la promulgación de los Decretos leyes y resoluciones del 2020, sobre la conservación del patrimonio documental en formato digital e impreso, el Archivo histórico provincial ha adquirido un grupo de recursos como computadoras, escáner e impresoras para la conservación digital de esta información.
Hace 10 años la institucion adquirió producto del proyecto ADAI, de apoyo al desarrollo de los archivos iberoamericanos, cajuelas para la conservación, desde entonces no se había podido adquirir este medio.
Estas acciones para la conservación son fruto de la voluntad del país y del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) por conservar la memoria histórica del país.
El documento más antiguo que atesora esta institución archivística fue escrito en 1766, cuando el gobernador de La Habana solicitó ayuda del rey, ante el terremoto ocurrido el 11 de junio, en la Villa de San Salvador de Bayamo.