Ayer fue una jornada histórica para el boxeo cubano Legnis Calá se convirtió en la primera mujer de su país en bajar del ring con una victoria en Juegos Panamericanos.
Calá (57 kg) se llevó el triunfo por votación dividida (4-1) ante la mexicana Jennifer Carrillo.
«Me preparé mentalmente todos los días en el entrenamiento, para ganar mi primera pelea panamericana.
Aquí, estudié a la rival porque no la conocía, y pensé todo el tiempo en la estrategia a seguir», expresó la pugilista.
Encima del encerado, empleó, fundamentalmente, el recto de izquierda, «pues estamos aprendiendo a dar golpes de fuerza, y poco a poco las cosas van saliendo».
Sobre el hito de ser la primera cubana en vencer en estas citas, dijo sentirse muy contenta y agradecida con sus entrenadores y compañeras de equipo, con los muchachos de la escuela de boxeo–, y con su familia.
Su próximo reto será ante la venezolana Omailyn Alcalá, y, de triunfar, sería la primera boxeadora de la Mayor de las Antillas en acceder a los Juegos Olímpicos, pues su división otorga cuatro boletos a París-2024. Engrosaría un palmarés que ya tiene la medalla de plata de los Centroamericanos de San Salvador, y el bronce en los Juegos del alba.
La velada fue perfecta para la isla caribeña, porque sus bicampeones olímpicos, Arlen López (80) y Julio César La Cruz (92), y el joven subcampeón mundial, Saidel Horta (57), aseguraron, con sus triunfos, las preseas de bronce de sus divisiones.
López no necesitó que terminara el segundo round.
Con un golpeo preciso y de fortaleza en la anatomía del colombiano Jhojan Caicedo, obligó al árbitro a detener la porfía, decretando vencedor al guantanamero.
Julio César fue un látigo para el local Andrews Salgado, superado por una disertación de buen boxeo, con la que fue blanco fácil de los puños del agramontino, para el 5-0 definitivo.
Horta iba a un pleito difícil con su victimario de la lid salvadoreña, pero encaró el compromiso con mucha combatividad, lo cual le permitió ganar el primer asalto y, aunque cayó en el segundo, al momento de detenerse el combate, por una cortadura en el rostro del colombiano, Yilmar González, iba delante en las boletas.
«Era una pelea muy importante para mí, ya que había perdido con él en los Centroamericanos y del Caribe.
La clave fue entrenar más duro y confiar en mi preparación. Voy con todo a la próxima, para buscar la clasificación olímpica», dijo Horta.